La
Charreria
El
origen de esta costumbre se remonta a los misioneros españoles que llegaron
a México durante el siglo XVI y es parte de la tradición católica, basada
en el Evangelio según San Mateo que narra la llegada de tres magos venidos
de oriente los cuales recibieron el mensaje de que nacería el Salvador
y que debían seguir el camino que les marcara una estrella, esta los
guío hasta un pesebre en Belén donde encontraron al recién nacido, los
Reyes Magos le presentaron sus regalos que consistían en oro, incienso
y mirra, tres productos muy valiosos en aquella época, y procedieron
a adorarlo de rodillas al igual que los demás. En recuerdo de estos
presentes, los niños de México reciben también sus obsequios cada año,
en la misma fecha.
Asociada a esta fecha tenemos la tradicional Rosca de Reyes, y consiste
en partir la rosca que es un pan en forma ovalada adornado de frutas
secas y que contiene en su interior dependiendo del tamaño uno o varios
muñequitos de plástico que representan al Niño Dios, las personas que
los encuentran quedan comprometidas a presentar el día 2 de febrero
en la iglesia local al Niño Dios del Nacimiento de la casa donde se
sirvió la rosca. Esta fecha se conoce en México como Día de la Candelaria,
esta tradición ha perdido en algunas regiones su significado y ahora
las personas que encuentran los muñequitos deben organizar una merienda
que consiste en tamales, pan, chocolate o café.
Esta
semana que cae entre los últimos días de marzo y los primeros de abril
de cada año es muy importante para la mayoría de los mexicanos católicos,
no solo porque los niños salen de vacaciones en esos días, sino porque
se lleva a cabo una serie de actividades de carácter religioso en las
que interviene toda la familia, la Semana Santa comienza con el Domingo
de Ramos, cuando se llevan a bendecir a la iglesia ramitos de palmas,
que después se colocan detrás de la puerta de las casas. Del lunes al
jueves de esta semana se les conoce como "Días Santos". Los
días subsecuentes son Viernes de Dolores, Sábado de Gloria y Domingo
de Resurrección, las representaciones que se hacen sobre esto consisten
en recrear los últimos días en la vida de Jesucristo, para esto con
mucha anticipación la gente que participa en ello se prepara tanto anímicamente
como físicamente ya que muchas veces es tan real que se usan clavos
verdaderos para crucificar a los participantes además de los golpes
y cansancio que esto conlleva.
La Procesión de Semana Santa del Silencio, en que penitentes ataviados
con capuchas y faldones negros hasta los pies asegurados a la cintura
por medio de cordones de crin de caballo. Para expiar sus culpas, estos
fieles caminan descalzos sobre el empedrado, algunos flagelándose la
espalda, otros cargando cadenas al cuello, y otros mas llevando hatos
de zarzas sobre la nuca, sosteniéndolos con los brazos. A pesar de la
seriedad con que los integrantes toman esta ceremonia, esta tradición
tan arraigada goza de gran popularidad entre el turismo tanto local
como extranjero, que acude cada año a presenciar la celebración del
Viernes Santo, procesiones parecidas se efectúan en varios lugares de
México.
La
Semana de Pascua que comienza inmediatamente después del Domingo de
Resurrección es ciertamente época de festividad y jubilo, pues estamos
celebrando la resurrección de Cristo. En México, al igual que en muchos
otros países con mayoría católica, la Pascua se celebra en grande. Antiguamente
se acostumbraba regalar dulces típicos mexicanos, como alegrías, pepitorias
y dulces cubiertos, a todos los conocidos.
La llegada del Conejo de Pascua Este animalito que trae consigo una
buena cantidad de huevitos de chocolate forrados de papel en colores
brillantes, siempre quiere hacernos trabajar, pues tiene la costumbre
de esconder los huevos en jardines y casas y hacer que nosotros mismos
vayamos a buscarlos.
Esta
tradición tiene su origen en la noche del 15 de septiembre de 1810,
cuando el padre Miguel Hidalgo y Costilla sonó la campana de su iglesia
en Dolores para reunir a todos sus fieles y comunicarles que al grito
de "Viva México", "Viva la Virgen de Guadalupe",
el pueblo mexicano lucharía por su libertad, en el año de 1900 se conmemora
el aniversario numero noventa y uno de la Independencia de México. El
general Porfirio Díaz, entonces presidente de nuestro país, encabezo
una gran celebración en la que se condecoro a doce indígenas sobrevivientes
que combatieron y ganaron en el afamado sitio de Querétaro durante la
guerra de Independencia.
Hoy en día, con una gran cena en Palacio Nacional se celebra el día
de la Independencia y en el zócalo de la ciudad de México asisten innumerables
mexicanos para unirse al jubilo y compartir la alegría de los fuegos
artificiales y los puestos de comida típica que se colocan para convertir
el lugar en una verbena popular, tal como corresponde a la celebración
del aniversario de nuestra independencia, al siguiente día se celebra
en algunos lugares de México desfiles o paradas militares.
Muchos fueron los héroes que participaron en esta guerra de Independencia.
Los nombres de Hidalgo, Allende, Aldama, Abasolo. Jiménez, Vicario,
Mina y Morelos nos recuerdan la importancia de una patria libre e independiente.
Recordemos el sacrificio de nuestros héroes al grito de:
"Viva
México", "Vivan los Héroes de Independencia"
Asimismo en todas las embajadas de México en el extranjero se invita
a los mexicanos, tanto turistas como residentes del lugar, para que
se unan al festejo que se lleva a cabo, cuando el embajador en cada
país levanta la bandera mexicana y grita "Viva México" al
unísono con sus compatriotas que están lejos de su tierra natal. Mientras,
en México se tañen las campanas del Palacio Nacional y de los distintos
palacios municipales y delegaciones políticas del Distrito Federal,
para recordarnos que la labor de nuestros compatriotas no debe ser en
vano, que la libertad hay que cuidarla y apreciarla para conservar el
México libre que la guerra de Independencia nos lego.
La
celebración del Día de Muertos es una de las mas típicas y representativas
de nuestro país, ya que es tiempo de recordar a aquellos de nuestros
seres queridos que han muerto, y sentir que no se han ido del todo,
en México conmemoramos a nuestros familiares y amigos difuntos con una
manifestación de amor, el culto a la muerte en México no es algo nuevo,
pues ya se practicaba desde 1800 a. C., muchos siglos antes de la llegada
de los españoles, como lo atestigua la mascara descarnada de Tlatilco,
asimismo, en el Calendario Azteca, o Tonalamatl, que se localiza en
la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología e Historia, en el
Bosque de Chapultepec de la ciudad de México, podemos observar que en
los 18 meses que componen este calendario, había por lo menos seis festejos
dedicados a los muertos, los dos principales tenían lugar en el noveno
mes o Micailhuitontli, que significa "fiesta de los niños difuntos",
y en el décimo mes, llamado Hueymicailhuitl, conmemoración de los muertos
adultos.
Los evangelizadores cristianos aceptaron en parte las tradiciones de
los antiguos mexicanos para poder implantar el cristianismo en nuestro
país. Esta celebración no se limita a poner altares y llevar música
a los cementerios. En la región Mazahua, que se localiza donde colindan
los estados de México y Michoacán, desde Angangueo hasta Zitacuaro y
Morelia, las mariposas monarca, de acuerdo con las creencias purepechas,
representan a los espíritus de sus antepasados. Por ello, todos los
años los mazahuas esperan, con ofrendas de cera y copal, la llegada
de estas "mensajeras de los dioses", como llaman a las mariposas
monarca, que por millones vuelan cada año desde los bosques de Canadá
y de Estados Unidos hasta los bosques de nuestro país, para completar
su ciclo de reproducción. La manera mas tradicional de celebrar el Día
de Muertos es precisamente con las ofrendas para los "muertos chiquitos"
y para los "muertos grandes", y el contenido de cada una de
ellas es adecuado al difunto conmemorado, por ejemplo, en el poblado
de Calcahualco, en Totosinapa, Veracruz, el 1 de noviembre, que se dedica
a los niños difuntos, se colocan coronas de cempasuchil sobre el marco
de la puerta, o bien ramos de estas mismas flores en las esquinas de
los altares, que se decoran con veladoras, pan de muerto (a veces en
forma de calavera, incluso), plátanos, naranjas, guayabas, calaveritas
de azúcar, cañas, tejocotes, agua de frutas, pan, y café.
La flor de cempasuchil es símbolo del resplandor del sol, que como tu
sabes se consideraba el origen de todo. Cada flor representa una vida,
y en el caso del difunto significa que este aun conserva un lugar dentro
del Todo, y que no ha sido olvidado por sus amigos y familiares. Curiosamente,
en el poblado de Huaquechula, en el estado de Puebla, no se utiliza
la flor de cempasuchil, sino que las tumbas se adornan con nube y gladiola.
En Chiapa de Corzo se lleva serenata a los panteones para festejar el
regreso de los muertos que visitan a sus familiares, así, la pequeña
población se cubre de flores y las familias se encargan de limpiar perfectamente
las tumbas de sus seres queridos para recibirlos como se merecen. Una
de las poblaciones mas reconocidas por su celebración del Día de Muertos
es San Andrés Mixquic, localizado en la delegación Tlahuac del Distrito
Federal. Aquí, la historia de esta tradición data de la época de la
Conquista, en ese lugar se hizo uno de los descubrimientos arqueológicos
mas significativos de nuestro país, al encontrarse la imagen de la diosa
Miquixtli, deidad que representaba a la muerte y que estaba adornada
por cráneos humanos. Se sabe que cada 265 días se sacrificaban grandes
grupos de prisioneros de guerra en su honor, y que en el pueblo se localizaban
varios tzompantlis o muros de huesos, el Día de Muertos en Mixquic ha
cobrado fama mundial, y hoy este pequeño poblado recibe cada año la
visita de turistas de todas partes que acuden a admirar una de las festividades
mas típicas del mundo, en este lugar se cree que, al ponerse el sol,
las almas de los difuntos entran y se dispersan por todo el pueblo,
hasta llegar a sus antiguas moradas, y que las almas de los niños abandonan
el poblado a la medianoche. Las casas permanecen abiertas para que los
visitantes puedan admirar los altares, además, los habitantes pasean
en alto una calaca de cartón por las calles del pueblo, simulando un
cortejo fúnebre, la celebración del Día de Muertos en la Isla de Patzcuaro
también es famosa en el ámbito internacional, ahí las ofrendas son lacustres,
es decir, se colocan sobre el lago veladoras encendidas y flores de
cempasuchil que flotan en las aguas como pequeños soles, también se
acostumbra componer rimas en broma, en las que se hable de los vivos
como si estuvieran ya muertos, hacie ndo mención de sus costumbres o
de su personalidad. Estas rimas se conocen como "calaveras"
y son muy populares, incluso en los periódicos y revistas, durante la
celebración del Día de Muertos.
Una
de nuestras fiestas patrias mas importantes es sin duda el 20 de noviembre,
cuando celebramos la Revolución mexicana, se cuenta que las diferencias
eran tan grandes entre las clases sociales, que por una misma infracción
a la ley un indígena recibía 25 azotes, mientras que el hacendado simplemente
debía pagar una multa de 200 pesos, aunado a esto y a pesar de que Porfirio
Díaz hizo grandes esfuerzos por modernizar a México al atraer a los
inversionistas extranjeros y al adoptar costumbres y modas del exterior,
nuestro gobierno se convirtió en una dictadura, además, los ferrocarriles,
el petróleo y la explotación de las minas de carbón, se encontraban
en manos de extranjeros que obligaban al gobierno mexicano a proporcionarles
desde el uso de tierras hasta enormes pagos de subsidios por su asesoría
y colaboración, los extranjeros pagaban jornales de hambre a nuestros
trabajadores y el gobierno lo permitía, en resumen, México dependía
totalmente de las potencias extranjeras para sobrevivir, con el paso
del tiempo el dictador fue perdiendo el control del gobierno y algunos
de sus ambiciosos colaboradores aprovecharon la situación para explotar
aun mas al proletariado y mejorar su propia economía y posición social
sin importarles lo injusto de la situación, en esta lucha armada participaron
grandes héroes que perdieron la vida en aras de una verdadera independencia,
de una justicia social y de un México mejor, personajes como Francisco
I. Madero, Venustiano Carranza, Emiliano Zapata, y Francisco Villa les
debemos hoy que México sea una nación libre e independiente, con posibilidades
de progreso para el futuro, para hacer valer verdaderamente su sacrificio
debemos siempre mirar hacia delante y actuar con honor y dignidad.
, engrandeciendo
nuestra patria y manteniendo nuestras tradiciones intactas a través
de los años.
Cuenta
la leyenda que entre el 9 y el 12 de diciembre de 1531, diez años después
de la caída de Tenochtitlan, un indio llamado Juan Diego fue a ver a
fray Juan de Zumarraga, quien era obispo de México, para contarle que
mientras estaba en el cerro del Tepeyac se le había aparecido una dama
muy bella que le había comunicado ser la Virgen María, Juan Diego le
informo al obispo que la Virgen le había pedido que se erigiera un templo
en su honor en ese lugar, al principio el obispo no le creyó, pero la
Virgen se apareció tres veces mas y, para probar que era ella en verdad,
hizo que al extender Juan Diego su tilma (una especie de manto, parte
del vestuario indígena de aquellos tiempos) frente al obispo, después
de la tercera aparición, cayeran al suelo varias rosas que la Virgen
le había ordenado cortar, además, el obispo pudo ver la imagen de la
Virgen impresa en el ayate de Juan Diego, la primera ermita del Tepeyac
se construye a fines de 1531, mas tarde se levantaron otros templos
al pie del cerro, hasta construirse en 1976, la actual Basílica de Guadalupe,
en la que caben 40000 personas, esta basílica es de forma circular,
esta hecha de mármol, tiene un órgano monumental y cuenta con siete
puertas frontales. Las banderas de todos los países del continente americano
ondean permanentemente, en el lugar mismo donde la Virgen se le apareció
a Juan Diego permanece la modesta Capilla del Cerrito, que data de 1740,
a un lado de la basílica se localiza la Capilla del Pocito, que se termino
de construir en 1791, y cuya fachada esta revestida de tezontle y mosaicos
azules v blancos, una multitud procedente de todos los rincones de México
se dirige en procesión a la basílica año con año, para venerar a la
Virgen, últimamente se ha instaurado la costumbre de cantar "Las
mañanitas" para festejar el aniversario de su aparición, además,
el 12 de diciembre de cada año se efectúa una representación teatral
en la que una jovencita interpreta el papel de la Virgen de Guadalupe,
en esta obra intervienen también los personajes de Juan Diego, el obispo
y los misioneros, se recrea el Cerro de Guadalupe con su iglesia, todo
en madera, en el atrio de la basílica, la gente permanece toda la noche
ahí mismo, rezándole a la Virgen, para quienes desean descansar un rato
o tomar un refrigerio, afuera de la basílica se instalan decenas de
puestos de comida, que venden desde tamales y café hasta gorditas de
chicharrón o de queso, buñuelos y chocolate, durante toda la noche los
danzantes santiagueros bailan con cascabeles firmemente atados a los
tobillos, para festejar a la Patrona de México.
Parte
importante de nuestras celebraciones navideñas son las famosas y muy
divertidas posadas, pero ¿sabias tu que las posadas son de origen religioso?
efectivamente, las primeras posadas fueron profundamente religiosas
y solemnes. Se llevaron a cabo en el siglo XVI, cuando San Ignacio de
Loyola sugirió una serie de oraciones o "novenas" para celebrar
la Navidad del 16 al 23 de diciembre, el ambiente solemne y circunspecto
de los primeros años de la Colonia comenzó a desvanecerse poco a poco
y, para 1796, el arzobispo de México se quejaba del ruido que no cesaba
durante las misas de aguinaldo, pues los mexicanos celebraban la llegada
de Jesús al mundo con silbatos, matracas, tronidos de cacahuate y otras
frutas, además de alegres canciones navideñas, que ya nada tenían que
ver con la religión, pero todo esto en pleno servicio religioso, en
nuestros días celebramos las posadas con fiestas mas que con oraciones,
aunque en recuerdo del origen de estas festividades navideñas todavía
es frecuente en algunas regiones de México y del 16 al 23 de diciembre
ver a los niños y adultos pedir la tradicional posada cargando una representación
de un pequeño nacimiento y, sosteniendo velitas encendidas, el objetivo
principal es recolectar dinero para celebrar una gran fiesta en la que
se parten piñatas llenas de fruta, dulces y en algunas ocasiones monedas.
El origen de las piñatas. Las piñatas tienen su origen en China, de
ahí pasaron a España y llegaron a México en el siglo XVII, según Artemio
de Valle-Arizpe, existía un "domingo de piñata" que se celebraba
en España inmediatamente después del Miércoles de Ceniza. A través de
los siglos, las piñatas han conservado su atractivo, aunque su aspecto
a cambiado, los materiales que se utilizan para construirlas y su contenido
ha variado con los años, en México se acostumbraba forrar con papel
una olla de barro y formar así la piñata pero fueron tantos los niños
descalabrados por los tepalcates, que comenzaron a hacer piñatas sin
olla, únicamente de cartón, que, por consiguiente, son mucho mas difíciles
de romper, y no representan peligro para los niños.
La
costumbre de celebrar la Navidad tal como lo hacemos hoy llega de España,
con los misioneros, en el siglo XVI. La primera celebración en toda
forma fue organizada por fray Pedro de Gante en el año de 1538, en una
iglesia, fue lo que conocemos hoy como "misa de gallo", pues
se oficio a las 12 de la noche, y resulto tan popular entre los mexicanos
que hoy sigue siendo una de las tradiciones navideñas mas respetadas
en el país. Los aztecas, que tenían una religión politeísta (adoraban
a muchos dioses), celebraban una especie de Navidad antes de la llegada
de los españoles, en esta fiesta conmemoraban el nacimiento del dios
Huitzilopochtli con danzas, cantos, discursos y comidas especiales,
que incluían péquenos ídolos de amaranto y miel de nopal, luego de la
Conquista, el numero de adeptos a la religión católica creció tanto
que para 1587 fray Diego de Soria, del convento de San Agustín de Acolman,
pidió permiso a sus superiores para oficiar la primera misa navideña
en las afueras de la iglesia, en el patio, para dar cabida a todos los
fieles que desearan asistir, el espíritu que anima a la Navidad es de
caridad, perdón y amor a nuestros semejantes, por ello, durante la época
Virreinal, el 23 de diciembre el virrey recorría las cárceles de México
liberando a los prisioneros culpables de crímenes menores, y la virreina
realizaba caridades en orfelinatos v conventos, la tradición de los
nacimientos fue iniciada por San Francisco de Asís, quien en 1223, hallándose
en el convento de Monte Columbo, en Italia, decidió celebrar la llegada
del Redentor al mundo con una escena natural del nacimiento del Niño
Jesús, usando un establo con en burro y una vaca auténticos, la tradición
comenzó a difundirse, hasta llegar a España y finalmente, al continente
americano, los primeros nacimientos en México se hacían de zumpantle,
una madera tan ligera como el corcho y, por consiguiente, fácil de labrar,
las figuras se cubrían con una primera capa de pintura de oro o plata
y luego con otras de colores.